Cuando creamos nuestra página web o cuando ponemos en marcha nuestra tienda online, es muy frecuente que con hacerla y que funcione ya es suficiente. Que a partir de ahí lo único que podemos hacer es darle difusión para captar clientes.
Muy bien, pues, nada mas lejos de la realidad, el que la web informe o que la tienda online este operativa solo es la primera parte del diseño e implementación, es solo una funcionalidad, pero tenemos que cuidar otros aspectos fundamentales para que realmente nos ayude a crear una comunidad activa que nos genere ventas.
Este conjunto de virtudes que debemos cumplir se observa claramente a través de la Pirámide de Eisenberg:
- Funcional: es decir que como hemos dicho cumpla el objeto para el que la hemos creado: si es una web informar y si es una tienda que venda
- Accesible: que podamos acceder desde cualquier terminal ya sea ordenador, móvil o tableta.
- Usable: que sea fácil de manejar por el usuario y que toda la información sea cómoda de localizar
- Intuitiva: debemos marcar el camino que el usuario debe recorrer, debemos indicarle a través de llamada de acción y botones claros hacia donde tiene que navegar, indicándole mensajes claros en los que se le diga lo que tiene que hacer.
- Por último y como pieza clave dentro del puzzle de atributos que debe reunir nuestro sitio web es que tiene que ser persuasiva. Tiene que conseguir conversiones, es decir, que quien llegue sin una intención clara termine registrándose en nuestro blog, en nuestra newsletter o comprando en nuestra tienda online.
Para conseguir nuestros objetivos de conversión debemos enamorar a nuestros usuarios, conseguir su confianza y cubrir las necesidades que conocen y adelantarnos para solucionar también aquellas necesidades que aún no han percibido, todo ello a través de asesoramiento profesional y de una gestión de contenidos clara y optimizada.
Y en tu caso qué sucede ¿vendes o conviertes?